Spiegelkabinett

¡Hola! Este blog por ahora no aspira a nada importante, es un "por si acaso" en un mundo en movimiento. Iré incrementando mi ambición, no se duerman.

miércoles, diciembre 06, 2006

Hola de nuevo después de más de dos meses. Fue Eva Lotta la que me convenció a abrir un blog y ya se ha podido ver que no soy "una veta muy gorda" para esta nueva forma de comunicación. No sé dónde lo leí, pero alguien me acercó de alguna manera al tema de la privacidad en los nuevos entornos web donde los usuarios programan, dicen, explican, se exteriorizan y se desnudan. ¿No os parece que estamos siendo poco previsores con nuestra información privada? Pienso que caben dos enfoques: por un lado, el que afirma que el mundo interconectado necesita seres abiertos y transparentes (hasta cierto punto) para no caer en actitudes que sólo instrumentalizan la red como bazar de alias y máscaras. Esta postura es bastante coherente porque si en el pasado tu vencindario sabía qué hacías y dejabas de hacer (aun cuando tu creías que no lo sabían), pues ahora no tiene por qué ser diferente en la aldea global.
Por otro lado, no obstante, está el peligro de abuso. Aquí en la red ya no estamos en la plaza del pueblo donde todo aquél que escucha vive a cinco minutos de ti, sino en un lugar abierto donde la información viaja a la velocidad de la luz y donde siempre hay alguien con un conocimiento infinitamente superior al nuestro en cómo y para qué fines nuestras opiniones y nuestros relatos privados pueden ser útiles para terceras personas. Hay una película francesa que se llama Le Dossier 51 y que trata de eso, con mucha antelación en el tiempo, como debe ser para una película rupturista y genial.
Me despido por hoy, gracias por vuestra atención. De ahora en adelante olveré más a menudo por aquí.
P.D.: Un amigo me criticó por la selección de fotos de la entrada anterior. Puede que su interpretación, en el sentido de ver una víctima y unos (más bien aparentes) verdugos, fuera normal que se produjera dadas las fotos y la frase con la que las presento en mi entrada. Pues no iba yo por ahí, las puse porque ambas contenían seres humanos jóvenes, nada más. Podría haber sido al revés en cuanto al reparto de papeles. Y ahora termino para no verme pillado en la enredadera de Oriente próximo.

viernes, septiembre 01, 2006


¡Bienvenidos a mi blog, amigos y visitantes! Dado que lo acabo de crear, ésta va a ser a la vez mi primera y una simple entrada de prueba que a priori no aspira a entrar en contacto con el exterior.
En realidad, el término "exterior" ya ha perdido mucho de su sentido porque yo estoy en mi casa, pero mi blog... ¿dónde está? Dirán que este pensamiento es una perogrullada, pero lejos de serlo, sólo lo es cuando se quiere que lo sea. Cuando se toma por realidad implacable en lugar de lo anterior, se le pone a uno la piel de gallina, ¿o me equivoco? Bueno, los nuevos tiempos son a la vez nuevos y viejos porque dicen que cuando los artesanos entregaron sus cajas de herramientas a los industriales, allá por o a partir del siglo XVIII y a cambio de un miserable puesto de trabajo en las fábricas de éstos, pues también se produjo una especie de perogrullada... Claro, en las fábricas podían comunicarse y en la unión está la fuerza, a no ser que el implacable ritmo de las máquinas se lo impidiera. Ahora, con los blogs, también podemos comunicarnos a las mil maravillas, a no ser que algo nos lo impida, por ejemplo el tiempo que gastamos en editar nuestro blog... En cualquier caso, agradezco la lectura de estas líneas y espero complacerles de nuevo en un futuro no muy lejano.
Adjunto dos fotografías de la reciente guerra en el Líbano que he bajado de la web del semanario alemán DER SPIEGEL. No quisiera comentarlas, hablan por sí solas. En cualquier caso, me estoy dando cuenta de que últimamente la prensa escrita se prodiga en el uso del término "estructura". Así, en la sección de deportes del diario El País se pudo leer, después de la derrota que sufrió el Barça en la Supercopa de Europa contra el Sevilla, que aquél "no tiene ningún problema estructural". Pienso que no debemos olvidar que detrás de las estructuras hay biografías que se van formando en un lento proceso que empieza tempranamente y, por suerte, siempre está sujeto al cambio. Es una esperanza y a la vez una invitación para que no tengamos miedo a abrir puertas en apariencia biográficamente cerradas. Porque de lo contrario, nosotros mismos no seremos sino biografías estructuradas por otras biografías más poderosas. ¿Cuál es el límite de este buen propósito? Yo por ahora no lo sé... tal vez nosotros mismos multiplicados por alguna potencia, sea ésta matemática o humana. Puede que una cita de Los Miserables de Victor Hugo nos dé la respuesta: "Un ejército es una extraña obra maestra de combinación, en la que la fuerza resulta de una enorme suma de impotencia. Así se explica la guerra hecha por la humanidad contra la humanidad, a pesar de la humanidad."